La puerta, la entrada de nuestro hogar, es uno de los principales elementos a tener en cuenta si queremos reforzar la seguridad de nuestro hogar. A pesar de que no hay puertas imposibles de abrir, hay que tratar de retardar al máximo la acción de los ladrones. Una puerta difícil de abrir tendrá un efecto disuasorio para muchos ladrones y permitirá dar señales de alarma a vecinos en caso de que el ladrón finalmente quiera entrar en tu casa.
En primer lugar es importante que la puerta sea sólida y maciza, preferiblemente hecha con materiales como Fibra de vidrio, Madera sólida o con núcleo de madera sólida o de Metal y reforzadas por dentro.
Evita que las puertas exteriores tengan ventanas. Una puerta exterior con ventana facilita la entrada de los ladrones, ya que les das más opciones para que consigan abrir la puerta.
Otro elemento importante en una puerta segura es la cerradura. De poco sirve tener una puerta con un material macizo si después la cerradura no es segura. Se recomienda utilizar bombillo antibumping. Se trata de un aparato tradicional pero reforzado con acero por dentro. En referencia a la cerradura, también hay la opción de instalar un escudo protector entorno a la cerradura. El objetivo de este escudo es que los ladrones no puedan conocer la marca y otras especificaciones de la cerradura.
Finalmente hay que tener en cuenta la seguridad de las ventanas de la planta baja. Resultará insuficiente tener una puerta segura si las ventanas de nuestro hogar son una invitación al robo.